La historia gastronómica de nuestro restaurante debe seguir inherente al mundo marino y vegetal en cada plato, este último, cada día mas presente, abanderando el camino del equilibro entre sabores, aromas, texturas, ambientes, y especies.
Desde la aldea de Reboredo en O Grove, nuestra cocina abre sus puertas día a día hacia el exterior, con pequeñas acciones, pasos firmes, creando la historia que nos define alrededor de este paisaje que sigue siendo inspirador, en ese gesto de apertura de barreras arquitectónicas, nos encontramos como escenario fundamental el huerto e invernadero de Culler, espacio que nos da el conocimiento, la experiencia y la sensibilidad necesaria para ser creativos y entender el producto con el que trabajamos. Nuestra mirada enfoca su objetivo cada vez más hacia lo verde y las formas de aprovechar el potencial que disponemos a nuestro alrededor y que termina por reflejarse en la mesa.
La responsabilidad que hemos adquirido estableciendo nuestra base en este magnífico territorio, hace que crezca a medida que evolucionan nuestros anhelos, y nuestros proyectos.
Toda causa parte siempre de una cabeza visible; comandados por Javi Olleros y Amaranta Rodríguez, todo el equipo de Culler de pau asume el compromiso adquirido como parte intrínseca de sus vidas, cada persona forma parte de un engranaje correctamente alineado para que todo funcione, cada una de las tareas se asumen de forma individual como si de una pequeña pieza de Lego se tratara, pero esa individualidad se traslada siempre en en el beneficio colectivo.